El 30 de septiembre de 2016 las AA VV presentaban ante las Administraciones un documento con 200 medidas contra el deterioro del Distrito. A día de hoy, no se ha hecho nada relevante para revertir esta situación
FRAVM
El 30 de septiembre de 2016, las asociaciones vecinales de Villaverde enviaron al Ayuntamiento, a la Comunidad de Madrid y al Ministerio del Interior un documento con 200 medidas para elaborar un “Plan Integral de Reequilibrio Territorial” en el Distrito. Fue una forma constructiva de llamar la atención sobre el alarmante deterioro económico y social de la zona. Pues bien, doce meses después, ninguna Administración ha hecho nada relevante para revertir esta situación, y las cosas no han hecho más que empeorar, para desgracia de los vecinos.
Por eso, no es de extrañar el enfado de muchos de ellos, especialmente en aquellos barrios más desfavorecidos como San Cristóbal de los Ángeles, Los Rosales o Villaverde Alto. Lugares donde este verano, y la tendencia sigue al alza, se han incrementado los robos en domicilios, las ocupaciones de vivienda de carácter mafioso, el tráfico de droga y actos vandálicos como la quema de vehículos. En la época estival también aumentaron las denuncias vecinales contra bares y locales de ocio nocturno por incumplir todo tipo de ordenanzas municipales en lugares especialmente afectados de Los Rosales y San Cristóbal. En este último barrio la asociación vecinal ha iniciado una campaña de recogida de firmas para lograr la clausura de uno de los establecimientos.
Todo esto ha provocado un preocupante deterioro de la convivencia en algunas calles y plazas y el hartazgo de la población, un marco en el que las asociaciones vecinales están promoviendo el diálogo con las instituciones para avanzar en soluciones reales. Pero todo tiene un límite, y un año es tiempo más que suficiente para que las Administraciones se tomen el problema con el interés que merece.
Hay que recordar que, atendiendo la petición del movimiento vecinal, el pasado 22 de diciembre el viceconsejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, se reunió con una delegación ciudadana, y la alcaldesa de la capital hizo lo propio el 14 de febrero. A la segunda cita acudió también el concejal presidente de Villaverde, Guillermo Zapata, y en ambas se abordó el contenido del documento de las 200 medidas. Hasta la fecha, la demanda de mantener un encuentro similar con la Delegación de Gobierno ni siquiera ha obtenido respuesta.
Tanto el Ayuntamiento como el Gobierno regional recogieron las “200 medidas” con interés, pero nada más. Y ya es hora de que hagan algo de verdad, con objeto de que los habitantes de Villaverde dejen de sentirse, de ser, ciudadanos de segunda.