MAX RIGEL.
Tu inmortal del lado opuesto del mar
es quien guarda en el salitre de la bruma
una sonrisa para hacerte soñar.
Es quien suelta su rima desnuda
a revolotear de cresta en cresta,
buscando la letra,
en una sinusoide de infinita espuma
para que la oigas
y no lo vayas a olvidar.
Es quién al suspirar
te manda mantas de algas
con el viento del Este
Para que se llenen del sabor universal
antes de a tus pies,
cansadas, cobijar.