Es ya un tópico comenzar este tipo de textos con aquello de “parece que fue ayer”, así que esta vez no lo vamos a hacer, porque además no parece que fue ayer. Hace ya treinta años que nuestro/vuestro periódico Distrito Villaverde salió por primera vez a la calle. Tres décadas ya de prensa hiperlocal al servicio del Distrito, en las que este medio de comunicación ha podido desarrollar mes a mes su voluntad de informar, dar voz y en definitiva ser de utilidad al vecindario villaverdino.
En efecto, en el mes de noviembre de 1995 salía de imprenta el primer número de Distrito Villaverde. Su fundador y primer director, Ángel Murado Alcañiz, ha sido con diferencia la persona que más tiempo ha estado al frente del mismo, hasta el año 2017, marcando su estilo. Ángel creó, dio forma y puso en marcha este proyecto, resistiendo esos primeros años críticos para un medio de comunicación, en los que o se consigue consolidar o desaparece. Evidentemente ocurrió lo primero (si no, no estaríamos aquí), Distrito Villaverde se convirtió en un actor más del Distrito y de número en número ha ido creciendo y afianzándose desde entonces, ganando matices, siempre muy atento a lo que ocurre en Villaverde y a integrar nuevas sensibilidades e ideas de las gentes que lo habitan, sin duda uno de los rasgos que desde sus inicios ha caracterizado al periódico, en el que se distingue claramente la impronta de su fundador.
En 2017 tomó el relevo como propietaria y directora Micaela Muresan, que ya tenía a sus espaldas una década trabajando en el área de administración del periódico y conocía bien su funcionamiento. Micaela apostó por continuar la línea que había trazado Ángel, adaptándose al momento y potenciando la edición digital y las redes como canales de información alternativos que reforzaban al “buque insignia”, la edición impresa. Le tocó afrontar tiempos duros (muy significativamente la crisis general del mercado publicitario y la pandemia de COVID-19), resistiendo con tenacidad y manteniendo el periódico en marcha incluso cuando no se podía repartir (los dos números de los meses de encierro, editados únicamente en formato PDF y distribuidos a través de la edición digital).
Superados estos obstáculos, Micaela decidió dedicarse a otros proyectos y cedernos el testigo a los trabajadores del periódico, que asumimos la propiedad del medio y su dirección colegiada a partir de enero de 2022, dando inicio a esta tercera época en la que ahora se encuentra Distrito Villaverde, en la que decidimos seguir la senda que marcaron nuestros predecesores, pues siempre hemos tenido claro el espíritu del periódico que compartimos: un medio al servicio del Distrito, diverso y multicultural como él, con la voluntad sincera de aportar y ayudar en lo posible al progreso de sus barrios y de su vecindario. En ese marco, nuestra meta es proporcionar a los villaverdinos y villaverdinas toda la información que aquí se genera o que como vecinos les afecta, al tiempo que ofrecer un vehículo de expresión para sus proyectos, ideas, elogios, quejas, sueños, comentarios, creatividad y todo lo que consideren interesante compartir con el resto del Distrito. Un periódico para y de todos y todas los que aquí vivimos, trabajamos o tenemos una parte de nuestras vidas. Un periódico de y para Villaverde.
Por ello, queremos terminar estas líneas con lo más importante: dar las gracias a todas las personas que participan, han participado o van a participar de alguna manera en este periódico (y de forma destacada a nuestros colaboradores habituales, auténtica familia), a los anunciantes que han confiado en Distrito Villaverde y han sido así fundamentales para mantener el proyecto (con una mención muy especial al Centro Veterinario Ciudad de los Ángeles, que lleva con nosotros desde el principio), así como a las Administraciones públicas y entidades y proyectos dependientes de las mismas y al riquísimo tejido asociativo del Distrito, en ambos casos fuente inagotable de temas e información variada que han llenado de color nuestras páginas. Y por supuesto y sobre todo a los vecinos y vecinas, lectores y lectoras, ya que son ellos y ellas quienes dotan de sentido a este periódico.
Gracias infinitas a todos y todas, y por muchos años más
