Laura Jarandilla Martín, vecina de Villaverde, ha sido galardonada en los VIII Reconocimientos Europa Joven Madrid, en la categoría “Juventud Inspiradora”, por su implicación en proyectos europeos y de participación juvenil
Laura Jarandilla Martín tiene 19 años, es de Villaverde y estudia Filosofía, Política y Economía. Mujer joven de gran iniciativa, sabe aprovechar su tiempo y no para de hacer cosas interesantes y de provecho. Tanto que ha sido una de las personas galardonadas en los VIII Reconocimientos Europa Joven Madrid, en la categoría “Juventud Inspiradora”, por su implicación en proyectos europeos y de participación juvenil.
¿En qué consiste el premio?
El premio se enmarca en los reconocimientos a la participación y promoción de la movilidad europea de la juventud. En mi categoría se premiaba a jóvenes que hayamos estado utilizando las oportunidades que da la Unión Europea para moverse por el continente, haciendo voluntariados, intercambios juveniles y cosas así.
¿Cuáles de esas oportunidades has utilizado?
Primero estuve desde mediados de mayo hasta mediados de junio en Holanda, en una aldea que se llama Lunteren. Allí estaba con diferentes jóvenes de toda Europa, y al principio era convivir y hacer dinámicas de equipo para conocernos, y luego ya nos dieron una pequeña formación, porque el voluntariado consistía en ir a campos de refugiados y estar con los niños. Estuvimos en diferentes campos, algunos de niños ucranianos y otros de niños sirios.
Regresé a España el 16 de junio, y lo siguiente que hice fue el Interrail: me fui el 1 de julio con una amiga. Tuvimos la oportunidad porque la UE da unas becas que se llaman DiscoverEU, nos presentamos y nos la dieron. Tienes que tener 18 años cuando la solicitas, y se trata de que conozcas la cultura de diferentes zonas de Europa, que conozcas gente, lugares, historia y que aprendas a valerte por ti misma. Hicimos una ruta un poco rara: empezamos en Copenhague, luego Estocolmo, Berlín, Praga, Budapest, Viena, Liubliana y Zúrich en 17 días. Queríamos aprovecharlo al máximo y ver todo lo posible.
Y por último, en agosto estuve en un intercambio juvenil en la República Checa, en un lugar llamado Maly Ratmirov. La temática era desconectar de la ciudad y reconectar con el medio rural. Estábamos en medio de la nada y todos los días haciendo senderismo, que me encanta.
¿Qué pensaste al saber que te habían dado un premio? ¿Qué dijiste al recibirlo?
Me sorprendió mucho: pensaba que se lo iban a dar a otro tipo de perfil. Me hizo ilusión, claro. Me dejaron dar un discurso de un minuto, y di las gracias a las instituciones públicas que financian las oportunidades; a la juventud en general que se moviliza, por inspirar y tal… y al final di también las gracias a espacios como el Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid, que lo cerraron a finales del año pasado porque no consideraban que la financiación debiera ir destinada a ese fin, pues consideré que era el momento oportuno para señalarlo. Dije que quería dar las gracias a ese tipo de espacios y que, a pesar de su cierre y los intentos de silenciarlo, sigue siendo un referente en participación y defensa de los derechos de la juventud. Me pareció importante mencionarlo, porque ese tipo de organismos se crean para solventar el problema que hay de infrarrepresentación de la juventud en el espacio público, y pienso que quitarlos lo único que hace es deteriorar la democracia.
¿Qué proyectos tienes?
Aparte de acabar la carrera, luego me encantaría hacer un máster en cooperación para el desarrollo y en migraciones internacionales, porque me interesaría mucho trabajar en organismos internacionales, oenegés y similares… Y hasta que llegue a ese punto, pues seguir moviéndome y haciendo cosas; hacer más voluntariados, porque la UE te lo permite hasta los 30 y lo voy a aprovechar a tope, y también voy a informar al resto de jóvenes de que existe todo esto. Por ejemplo, me he unido hace nada a la Asociación Vecinal La Incolora, y estuve hablando con ellos y con la directora del IES Celestino Mutis, que fue mi instituto, para poder ir a hablar a los chavales de las oportunidades que hay en este sentido, tanto nacionales como internacionales, a las que pueden apuntarse y en las que se aprende un montón.
¿Quieres mandar algún mensaje a los vecinos?
Sí, que aunque estemos en el sur de Madrid y a veces se nos margine un poco, tenemos que creernos que podemos llegar muy lejos, intentar tomar todas las oportunidades que veamos y no sentirnos menos que nadie. Hay que atreverse, y si no sale, pues no sale y ya será otra vez, pero para que salga hay que intentarlo.



