CARMEN ALEMANY PANADERO.
En ocasiones, vivir en una gran ciudad como Madrid o Barcelona tiene algunos inconvenientes. En las últimas décadas, el individualismo, las prisas y el anonimato parecen dominar la vida de las personas, y las ciudades se han vuelto más grises y más deshumanizadas. Este debilitamiento de los vínculos comunitarios y de los lazos entre los vecinos del barrio genera situaciones de soledad y agudiza las situaciones de vulnerabilidad y exclusión.
Ante esto, existen diversas iniciativas, promovidas por vecinos, asociaciones e instituciones públicas, con el fin de dinamizar la vida en los barrios, tejer redes, crear sentido de comunidad; una comunidad a la que todos los vecinos del barrio pertenecen, con independencia de su lugar de origen, su etnia, raza, edad o condición.
En este sentido, en Madrid existen diversos proyectos de intervención comunitaria, con mayor o menor implicación del Ayuntamiento y de las instituciones. Unos proyectos tienen un mayor nivel de autogestión que otros. Todos ellos buscan la mejora de las condiciones de vida en el barrio, la satisfacción de las necesidades sentidas por los vecinos, la participación y la creación de redes vecinales y vínculos entre los habitantes del barrio.
Algunos ejemplos
El distrito de Usera cuenta con una inmensa riqueza cultural y social. La población china es, después de la española, la más numerosa del Distrito, seguida por la boliviana. Todos los años se celebra en Usera la fiesta del Año Nuevo Chino, en la que se realizan talleres de escritura china, un desfile de la comunidad china con indumentaria tradicional y portando el Dragón chino, un Festival Intercultural de Danzas del Mundo con participantes de diversos países y el espectáculo de los farolillos flotantes. En estas actividades participan vecinos de todas las procedencias nacionales, étnicas y raciales.
Pese a todo, en Usera existen importantes situaciones de vulnerabilidad y exclusión social. Por esta razón, muchos de los proyectos de intervención sociocomunitaria van dirigidos al desarrollo local del Distrito y a cubrir las necesidades de los residentes. En Usera existe un proyecto de atención socioeducativa a menores y familias en riesgo de exclusión social, gestionado por Acais, que busca la creación de espacios de socialización saludables, previniendo las conductas de riesgo en los adolescentes y el aislamiento social de las familias. También en Usera se ha desarrollado durante varios años el proyecto Soy mi barrio, dirigido a los vecinos de La Perla, en el barrio de San Fermín. El proyecto incluye actividades comunitarias (Carnaval, Cabalgata de Reyes, Día del Libro), jornadas lúdicas en verano, cine al aire libre o talleres para la identificación de estrellas y constelaciones. Asimismo, se trabaja la convivencia intercultural, desmontando bulos y rumores sobre los diferentes grupos sociales que habitan Usera y modelando estrategias de resolución pacífica de conflictos, y se ofrecen talleres de capacitación laboral para los vecinos y vecinas.
Villaverde también es un distrito con una gran actividad vecinal y comunitaria, así como importantes problemáticas sociales que afectan a varios de sus barrios. En Villaverde también existen varias iniciativas sociales para promover la convivencia intercultural, el desarrollo local y el tejido social. Desde el Departamento de Servicios Sociales del Distrito se desarrollan varias iniciativas, con la colaboración de asociaciones y colectivos ciudadanos. Las decoraciones navideñas de la Colonia Experimental elaboradas por los vecinos, que llenaron el barrio de adornos de Navidad, talleres de rap y escritura creativa para adolescentes, la realización de un videoclip por los jóvenes de Villaverde, de título Villaverde no es como te lo pintan, para romper con los estereotipos, actividades de improvisación teatral, talleres interculturales para prevenir conflictos interétnicos en el Distrito o la creación de huertos urbanos para los vecinos, así como talleres de jardinería, de identificación de aves y plantas. En estas actividades colaboran también las asociaciones, colectivos y plataformas ciudadanas del barrio, como La Rueca, Esto es una Plaza o Tu Barrio se Planta.
En el distrito de Puente de Vallecas nos encontramos con el Proyecto Vallecas me Importa, que se desarrolla en el barrio de San Diego, uno de los más vulnerables de la capital. En San Diego se han detectado problemas de falta de espacios públicos para la infancia, falta de zonas verdes y arbolado, dificultades de accesibilidad urbana, entre otras cuestiones. Este proyecto busca repensar el barrio, escuchando la voz de los vecinos y las asociaciones y colectivos, y mejorar las condiciones de vida del barrio, tanto a nivel de espacios públicos e infraestructuras como a nivel de convivencia vecinal. Se pretende recuperar los espacios públicos para facilitar el encuentro entre vecinos, crear más parques y zonas verdes, aumentar el número de zonas de recreo infantiles, acercar los recursos y servicios comunitarios a los vecinos y mejorar la accesibilidad de los espacios públicos. La Fundación Luz Casanova ha creado el centro Luz Vallekas, con talleres para la prevención de la violencia de género, atención a mujeres mayores víctimas de violencia machista, prevención de conductas violentas en adolescentes y espacios de reunión para asociaciones y entidades ciudadanas.
El Proyecto de Intervención Comunitaria Intercultural (ICI) se desarrolla en tres distritos: Villa de Vallecas, Ciudad Lineal y Villaverde. Gestionado actualmente por la Fundación La Caixa y por Educación, Cultura y Solidaridad en el barrio de San Cristóbal, lleva a cabo actuaciones de intervención comunitaria en zonas de gran diversidad cultural, con el fin de mejorar la convivencia, el enriquecimiento mutuo entre los diferentes grupos que residen en el barrio, y con objeto de crear sentido de comunidad, una comunidad de la que todos los grupos forman parte. Desde el Proyecto ICI se realizan actividades socioeducativas, de promoción de la salud y de fomento de la participación de los vecinos.
Mejorar la vida
En Madrid se desarrollan cada día decenas de pequeños proyectos, que tratan de mejorar la vida de la ciudad, barrio a barrio. Pequeñas asociaciones de barrio, colectivos ciudadanos, plataformas vecinales, con la participación de todos los vecinos, buscan día a día la mejora de las condiciones de vida en sus barrios y ofrecen actividades, apoyo mutuo, cursos o talleres, clases de español para extranjeros o de jardinería para cuidar los huertos urbanos, llegando incluso a la acción social y reivindicación vecinal para lograr mejoras.
Estos proyectos previenen el aislamiento social y la soledad de las personas que viven en grandes ciudades, favoreciendo la participación y la creación de redes y vínculos. En un contexto en el que se resquebrajan los lazos sociales, el refuerzo de los vínculos y de la participación comunitaria contribuyen a humanizar la vida en las ciudades.