El pasado 20 de mayo, el Ateneo de Madrid fue escenario de la V edición de las Distinciones “Dama de la Lámpara”, un emotivo acto impulsado por la Fundación Sandra Ibarra en colaboración con la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid. Este reconocimiento pone el foco en el lado más humano de la enfermería oncológica, a través de los ojos de quienes más lo aprecian: pacientes, familiares y cuidadores.
Este año, entre las seis profesionales reconocidas en toda España, tres pertenecen a hospitales de la Comunidad de Madrid, y una de ellas es colaboradora de este periódico, en el que tiene sección propia (La columna sanitaria): Tamara Jiménez Caro, del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, distinguida como la enfermera oncológica pediátrica más empática.
Las distinciones “Dama de la Lámpara” toman su nombre de Florence Nightingale, figura histórica de la enfermería moderna, y buscan visibilizar no solo la excelencia profesional, sino también el acompañamiento emocional que estas profesionales brindan cada día.
Este reconocimiento es motivo de orgullo no solo para la comunidad sanitaria, sino también para todos los que creemos en una sanidad donde el cuidado va más allá de lo técnico y se convierte en presencia, escucha y empatía. Y a esta redacción en concreto le llena de orgullo que a una compañera nuestra le hayan otorgado un premio tan importante y sobradamente merecido. ¡Enhorabuena, Tamara!