PROFESORES DE LOS CENTROS MUNICIPALES Y DE LA CAM: PRECARIEDAD EXTREMA
NIEVES MANRIQUE
Desde hace años, los profesores de los centros culturales del Ayuntamiento y de la CAM se encuentran en una situación de extrema precariedad. Desde que comenzó la subcontratación de los servicios a través de empresas privadas han ido perdiendo derechos y sufriendo bajadas de salario de entre el 40% y el 60%. En general, se realizan contratos indefinidos, fijos discontinuos, a tiempo parcial, llenos de cláusulas abusivas. Están percibiendo unos 7€ brutos por hora lectiva, donde se incluyen las pagas extras, las vacaciones, finiquitos e indemnizaciones. Además, las empresas incumplen el convenio, evitando las ayudas al transporte, los costes por indumentaria y los materiales propios de los profesores. Para las empresas es un negocio muy lucrativo, con apenas costes: prácticamente todo lo ponen los trabajadores y la institución.
Una de las profesoras nos comenta: “Puede parecer exagerado, pero nos encontramos en una situación de extrema precariedad laboral. Nuestras necesidades básicas son cubiertas gracias a la ayuda de nuestros familiares. Nos encontramos por debajo del umbral de la pobreza. Nadie cobra por encima de los 500€ al mes, los meses que trabajamos. Es un abuso escandaloso que están consintiendo las instituciones. Yo, como los demás, me paso el día entero trabajando y de sitio en sitio. Os aseguro que llego a casa agotada y muy tarde. Al día siguiente tengo que madrugar y he llegado a casa a las 23:00. Nos quedamos por vocación y porque no tenemos otra cosa”.
Trabajan nueve meses y tienen un periodo de vacaciones sin percibir nada. Después tienen que esperar dos meses más para volver a incorporarse a sus puestos de trabajo. En muchos casos, pasan dos meses sin cobrar y sin poder percibir subsidio de desempleo u otras ayudas, y dos meses más en los que, si no encuentran otro trabajo, perciben una ridícula prestación por desempleo o tienen que recurrir al subsidio por insuficiencia de cotización a la que se aplica la parcialidad. En un caso o en otro, unos 200€.
Muchas personas pueden pensar que trabajan pocas horas, pero no es así. El problema está en que no se les paga una parte significativa de su actividad: programas, preparación de clases, evaluaciones, informes. Pasan mucho de su tiempo desplazándose de centro a centro, y esto tampoco es remunerado. Sus jornadas son irregulares, y todo lo extra no es compensado. Por las características del trabajo que realizan no les es posible conciliar con otro empleo. Y el número de jornadas marcadas por el convenio que se les aplica es completamente incompatible con la actividad que realizan, e inviable, dada la oferta cultural. En los centros de mayores es aún peor, pues la oferta es más reducida, las condiciones iguales y mucha actividad está en manos de los voluntarios.
Actualmente las condiciones laborales de este colectivo continúan igual que unos años atrás y tienden a empeorar. Tanto el ayuntamiento de Madrid como la CAM están consintiendo y participando de esta situación injusta y bochornosa. Sus derechos se ven cada vez más mermados, y entre tanto, como reflejo de una difícil y cruel realidad social, los profesores de los centros culturales y de los centros de mayores de Madrid, como muchos otros, continúan con su labor, pese a sus desalientos y dificultades económicas, porque, más allá de las necias consideraciones de políticos y empresarios, aman su trabajo.