El pasado 8 de marzo, Madrid vivió una de las mayores movilizaciones que se recuerdan en años. Las calles de la ciudad se llenaron, en una jornada histórica, de lucha, protesta y reivindicación. La primera huelga feminista que se convocaba en el Estado supuso un éxito absoluto y fueron cientos de miles de personas las que salieron a la calle para clamar contra la violencia machista, la brecha salarial o el desigual reparto de las tareas de cuidados entre hombres y mujeres.
Desde nuestro barrio, y en concreto desde nuestra asociación vecinal, quisimos aportar nuestro granito de arena y participar de esta movilización (tal y como históricamente hemos hecho). Fueron varias las acciones y actividades que realizamos antes y durante el 8 de marzo: repartimos octavillas, acudimos a asambleas, pegamos carteles, colgamos pancartas, difundimos cada acto y cartel por nuestras redes sociales, colgamos pancartas en nuestro edificio y nuestro local se utilizó como punto de cuidados durante la jornada; donde hicimos una comida popular y nos juntamos las vecinas de Villaverde. Estas acciones, sin embargo, no han gustado a todos los vecinos de Villaverde Bajo por igual. Desde entonces, el espacio compartido donde se ubica la asociación y donde compartimos lucha con la Asociación Fotográfica de Villaverde y OMC Radio, conocidas también por su activa visibilización de las mujeres del barrio a través la fotografía o de la construcción de espacios de igualdad que dan voz a muy diversos colectivos feministas, han sido sistemáticamente atacados y, casualmente, estos ataques siempre han estado vinculados a nuestra actividad como feministas: roturas de cerraduras, pintadas de “Stop feminazis”, “Feministas hijas de puta”… han sido algunos de los ataques que hemos sufrido en nuestro local.
Pero como decimos, el ataque trasciende nuestros espacios y destruye importantes acciones vecinales por la mejora del barrio… Es recurrente que amanezcan pintadas sobre murales realizados por los vecinos (como el de Frida, ilustrada por una vecina en la calle Campos Ibáñez), sobre los carteles que dentro del programa municipal “Planes de Barrio” recuerdan en la plaza de San Agapito las normas de convivencia… por no hablar de los insultos y descalificaciones a algunas compañeras en redes sociales o en las propias fiestas del barrio.
Ante esta serie de ataques, desde la asociación vecinal queremos señalar que existe una relación entre nuestra actividad en defensa de los derechos de las mujeres, la implicación, participación y organización de las acciones feministas que surgieron en Villaverde al calor de la huelga feminista del 8M y los ataques que desde entonces se han venido produciendo contra la asociación y su patrimonio. Es por ello por lo que queremos visibilizar y denunciar esta situación. En nuestros barrios sigue existiendo violencia machista, sigue existiendo una desigualdad de renta en función del sexo, sigue existiendo una gran diferencia en la carga de las tareas entre hombres y mujeres; y mientras estas desigualdades se sigan reproduciendo, la asociación vecinal siempre participará de cualquier lucha por la igualdad.
Por un Villaverde feminista. Sigamos construyendo barrio y luchando contra la desigualdad y el odio.
Asociación Vecinal La Unidad de Villaverde Este