La procesionaria del pino es una oruga que, en estos meses de primavera, se convierte en una amenaza tanto para personas como para nuestras mascotas.
Esta oruga se encuentra principalmente en áreas de pinos, y su nombre se debe a la forma en que se desplazan en grupos, como si de una procesión se tratase. Aunque su apariencia puede parecer inofensiva, son peligrosas por los pelos urticantes que tienen y se liberan cuando las orugas se sienten amenazadas o mueren.
Peligros para las personas
Las personas que entran en contacto con estos pelos pueden presentar irritaciones en la piel, como urticaria y problemas respiratorios por la inhalación de los pelos que se dispersan por el aire. Si los pelos entran en contacto con los ojos, pueden causar conjuntivitis o, en casos más graves, lesiones más serias. Los niños son especialmente vulnerables debido a su curiosidad natural, lo que hace que corran mayor riesgo al estar más expuestos en parques o espacios naturales.
Peligros para las mascotas
Las mascotas, sobre todo los perros, corren el riesgo de entrar en contacto con las orugas por su olfato curioso. Al igual que en las personas, el contacto con los pelos urticantes puede causar reacciones alérgicas graves. Los síntomas comunes incluyen inflamación en la lengua y en la zona facial, salivación excesiva, vómitos e incluso dificultad respiratoria. En los casos más graves, si no se recibe atención veterinaria inmediata, pueden producirse cuadros más graves o incluso la muerte.
¿Cómo podemos prevenirlos?
Para las personas, es importante educar a los niños sobre los peligros de estas orugas. Durante la primavera, es recomendable evitar las zonas boscosas donde haya pinos infestados por la procesionaria. Además, es importante seguir las recomendaciones de las autoridades locales para el control de la plaga y la eliminación de nidos.
En cuanto a las mascotas, se deben evitar los paseos por áreas con pinos en esta época del año. Si un perro muestra síntomas tras haber estado en contacto con una oruga, se debe acudir al veterinario de inmediato, ya que el tratamiento rápido es clave para evitar secuelas. Además, es recomendable revisar el pelaje de las mascotas tras cada paseo en zonas cercanas a pinos.
La procesionaria del pino representa un riesgo tanto para las personas como para las mascotas, especialmente durante la primavera. La prevención y la educación son claves para evitar sustos al estar en contacto. Mantenernos alerta, sobre todo en zonas susceptibles de que haya, y tomar estas medidas puede protegernos a nosotros y a nuestros animales de compañía, evitando llevarnos un buen susto y una visita a urgencias.
