MARTA BALIÑA BEN
El segundo encuentro vecinal de la Colonia Experimental (interbloque entre avenida Espinela 16 y Calamocha 1), cuya finalidad es establecer y potenciar vínculos y relaciones entre las personas que habitan este espacio a través de acciones artísticas, tuvo lugar el pasado 19 de octubre. Esta iniciativa, que se engloba dentro del proyecto “Artys” (Arte y Salud) La Experimental, tiene su semilla en la Mesa de Participación Comunitaria en Salud de Villaverde Alto, formada por diversas entidades que trabajan en el Distrito (el Servicio de Convivencia, los centros de salud de San Andrés y Potes, el Foro Minorías, la representación vecinal y el Centro Madrid Salud de Villaverde).
En palabras de Silvia, doctoranda en Bellas Artes e impulsora del proyecto: “se pretende que las prácticas artísticas colaborativas nos permitan aprender nuevas formas de ver, sentir, elegir y vivir, teniendo en cuenta las opiniones de los vecinos y vecinas que participan en el proceso, fomentando la toma de decisiones sobre su salud y bienestar”. Ya que una de las finalidades del proyecto es fomentar el uso del espacio público como prolongación de la vivienda, el encuentro, que reunió a 15 vecinas y vecinos de diversas edades y procedencias y siete técnicos de salud, tuvo lugar al aire libre.
La primera actividad consistió en compartir fotografías de hace varias décadas como elemento reflexivo de los cambios que había sufrido el barrio. Uno de los objetivos era encontrar un espacio de conexión en el que se intercambien experiencias y vivencias. Mari, una de las vecinas, recordaba: “cuando llegué aquí no había ni agua en las casas, y teníamos que bajar todas al patio a cogerla, pero a pesar de todas esas dificultades yo he sido feliz en este barrio”. Paqui, por su lado, añadía: “en verano bajábamos aquí donde estamos ahora cada una con su silla y nos poníamos a jugar a las cartas hasta las tantas”.
La segunda actividad consistió en hacer balance de las acciones que habían sido propuestas por las vecinas y los vecinos en el primer encuentro. Una vez recolectadas, se habían puesto en común sobre un mural que identificaba por un lado las “habilidades” (bricolaje, ganchillo…) y por otro los elementos que hacían referencia a aquello “que nos hiciese sentir mejor en el barrio” (búsqueda de un espacio donde se puedan tratar los conflictos, creación de un banco común de conocimientos, realización de carteles…). Durante este proceso los participantes aportaron numerosas nuevas ideas (taller de reiki, espacio en el barrio donde hacer un mural de grafitis…) que fomentasen la inclusión de más personas buscando acciones colectivas que enriquezcan su entorno.
Se retomó además la idea planteada hace un tiempo de realizar un taller de carteles que no se llegó a realizar, centrándose esta vez en la técnica del collage. Para dar continuidad a la experiencia y ante la buena acogida de todos, se estableció como fecha para su realización el próximo 17 de noviembre, tras dos horas y media de encuentro.
Este proceso comunitario refuerza las potencialidades de los vecinos y vecinas, sus habilidades, aquello que pueden hacer “para ellas mismas”, abandonando la clásica visión de análisis de las carencias por otra en la que se refuerza la participación, la creación artística y el empoderamiento de las vecinas y los vecinos como elemento de mejora de su salud. Es por tanto un espacio abierto en el que se invita a todos a participar en las actividades sucesivas que se irán acordando.