FUTSALA VILLAVERDE.

El pasado sábado jugábamos el primer match ball de la temporada contra un rival directo fuera de casa. Necesitábamos ganar frente a Simancas FS para seguir teniendo opciones de salvación. Los timoneros estuvieron de diez y acompañaron al equipo cuando más se jugaba. Un tercio de la grada era verde, y animaron al equipo en todo momento. Pero no pudo ser, y la derrota nos desciende de categoría: el año que viene seremos de Tercera División.

La primera parte fue un dominio absoluto de Futsala Villaverde. Controlábamos el juego, teníamos la posesión, pero nos costaba como siempre generar las ocasiones, y las que teníamos no las materializábamos. En cambio, Simancas nos esperaba con bloque bajo para robar y salir rápidamente a la contra. A la hora de atacar tampoco querían descubrirse y se dedicaban a mandar balones largos al pívot para que se la jugara él solo o habilitara segunda jugada a algún compañero. En el minuto 8, se adelantó Simancas con el primer tiro a puerta entre los tres palos. El equipo siguió con su juego e iba acumulando faltas por la defensa alta que hacía Simancas. Y en el minuto 16, José Cebrián de doble penalti empataba el encuentro y ponía las tablas en el marcador. Poco nos iba a durar la alegría, porque en el siguiente minuto, en una pérdida, nos hacen el 2 a 1 a la contra. Nos vamos al descanso con un desmerecido marcador pero con todo por decidir.

La segunda parte fue por los mismos derroteros: Villaverde llevó el peso y el control del partido, pero sin gol. Hasta que en el minuto 10 otra contra bien trenzada por Simancas FS ponía el 3 a 1 en el marcador. La necesidad por marcar para reducir la distancia se convirtió en mala compañera de viaje, y trajo otros dos goles más, que ponían el 5 a 1. Aunque salimos de cinco, era una distancia que se palpaba más que suficiente para el equipo local. Iván González consiguió maquillar en el último minuto el marcador con un bonito gol.

Y se produjo lo que más temíamos: el descenso de categoría. La decepción era palpable tanto en el equipo como en los aficionados que se dieron cita en el pabellón. Han sido dos años muy bonitos, en los que hemos disfrutado de esta categoría un barrio humilde como Villaverde. Somos el presupuesto más bajo de la categoría y el club hace un esfuerzo enorme para poder estar ahí. Y nada sería posible sin la ayuda de nuestros patrocinadores. Descendemos con la cabeza alta de habernos dejado la piel y peleado hasta el último minuto. Estos dos años nos han servido para aprender y darnos cuenta de nuestros errores. La próxima temporada será muy importante, porque nos levantaremos, y que tengan muy claro que volveremos, pero mucho más fuertes. ¡El año que viene toca ascenso! ¡Ánimo, Villaverde! ¡Vamos, Timón!