Autor: Javier Báez
Mica me ha pedido que, ya que llega el día de los enamorados, escriba sobre el amor. Además, Javier López de Guereña, por el soneto del mes pasado, me llamó (temerariamente) “joven Quevedo”. Y, claro, me lo he creído.
Mientras mueres
Es un dolor que, a veces, satisface,
es un silencio un tanto bullicioso,
escoria a precio de metal precioso,
un nexo que, a menudo, se deshace;
el óbito de alguien que renace,
es el insulto de un ser melindroso,
el hábito que cubre, pretencioso,
a un pretendido monje que no se hace;
herida que se siente y que no duele,
es fuego helado, hielo abrasador,
la voluntad que exige algún pelele
al ripio de este verso atronador;
es eso que se acerca, ya se huele.
Se vive mientras mueres: el amor.