PROFESORES DE CENTROS CULTURALES ‘EN PIE DE GUERRA’
Otros sectores se suman a la expresión de su indignación
N.M.R.
Durante el mes de abril, los profesores de los centros culturales del Ayuntamiento y la Comunidad, de cuya precaria situación nos hacíamos eco en anteriores ediciones, han continuado “en pie de guerra”, sumando apoyos en su lucha. Para conocer la situación actual de este conflicto, hemos entrevistado a una profesora afectada, que nos ha respondido en representación del colectivo, y que ha preferido mantenerse en el anonimato.
¿Cómo es, a día de hoy, la situación?
Hoy por hoy, cuando parecía que la situación laboral actual no podía empeorar, el Ayuntamiento y la CAM siguen contribuyendo y fomentando la precariedad laboral. Aunque se había puesto mucha ilusión tras la investidura de Manuela Carmena como alcaldesa de Madrid y se anunciaba una lucha contra los contratos laborales precarios y a favor de la remunicipalización de los servicios, el ayuntamiento de Madrid no ha hecho más que continuar con la política de recortes que se había instalado como respuesta a la crisis económica.
Para las actividades culturales se siguen recortando las dotaciones económicas en los pliegos de licitación y se tienen solo en cuenta las partidas presupuestarias. Las pocas cláusulas sociales, fórmula mediante la que intentan dar respuesta a la bien conocida precariedad laboral de sus trabajadores, no solucionan nada por ser insuficientes y poco significativas.
¿Cuántos profesionales sufren los recortes?
Son los profesores de diversas disciplinas los que sufren los recortes, habiendo bajado sus sueldos de forma escandalosa y sufriendo unas condiciones laborales que ellos califican como propias de un país subsahariano. Para colmo, la última comunicación del área de Equidad, Derechos Sociales y Empleo del Ayuntamiento a los sindicatos sugiere que en los nuevos pliegos de las Escuelas Municipales de Danza y Música de Madrid, de inminente publicación, no se contemplará la subrogación de los trabajadores. Parece mentira que se continúen haciendo políticas que desfavorecen a los trabajadores, cuando el empleo digno y la remunicipalización se anunciaban como importantes compromisos de Ahora Madrid; cuando además estos trabajadores prestan servicio en las propias aulas del Ayuntamiento por un sueldo que les ha colocado bajo el umbral de la pobreza y la indignidad. O que con estas políticas se suprima el poco trabajo estable de la Comunidad y se precarice aún más. Y sobre todo que venga del área de Equidad, Derechos Sociales y Empleo. Parece una broma de mal gusto.
¿Las empresas ponen problemas de algún tipo?
Se sabe que las empresas adjudicatarias han puesto problemas a la subrogación de los trabajadores. De hecho, la empresa Aula Intercultural puso un contencioso administrativo en la junta de Usera tras la adjudicación de los talleres culturales. Sabemos que al año siguiente otra empresa, Tritoma, se opuso también a la subrogación. Para estas empresas, la gestión de la actividad cultural es solo un negocio muy lucrativo, y se están enriqueciendo gracias a la explotación de los trabajadores y a costa de la calidad de las actividades. Los alumnos, que abonan sus clases con tres meses de antelación, se encuentran sin monitores o instructoras, sufren el cambio sucesivo de los mismos y la desmotivación o cansancio de muchos de ellos.
¿Sucede lo mismo en la Comunidad de Madrid?
Las mismas condiciones y la misma realidad para los profesionales que trabajan en programas sociales con mayores en la CAM. Programas que requieren de una formación específica y de una exigencia curricular. Programas que no son más que la justificación de unas mínimas políticas sociales, que son insuficientes y, en una parte considerable, cubiertas por el servicio de un voluntariado mal entendido que se está utilizando como sustituto del empleo, lo que en ningún caso es aceptable desde los presupuestos de organizaciones como la ONU.
¿Hay unidad a la hora de pedir soluciones? ¿Se suman más colectivos?
Las expresiones de los afectados ya se dejan oír, y se están organizando en diferentes grupos y colectivos, a los que se están sumando auxiliares administrativos, grupos de intermediación cultural y coordinadores culturales, que se encuentran en las mismas o en peores condiciones laborales. Con la ayuda de otros sectores con más posibilidades de organización que reivindican activamente la remunicipalización, plataformas vecinales, sindicatos y el apoyo de sus alumnos, quieren mejorar sus condiciones laborales y el servicio que prestan.
«Cuando parecía que la situación no podía empeorar, Ayuntamiento y Comunidad siguen fomentando la precariedad