Alfonso Solís, escritor, ha publicado ya diez novelas históricas de diferentes temáticas y épocas
Alfonso Solís se describe como “un apasionado de la historia y de la novela histórica”. Ha escrito diez novelas históricas de diferentes temáticas, desde los asirios hasta la Edad Media, pasando por romanos y vikingos. “Intento que mi narrativa sea ágil y fluida; es decir, que en mis libros ‘pasen cosas’. Como escritor, mi primer propósito es entretener al lector, y si además puede aprender algo de historia, pues fantástico”, describe sus propósitos nada más comenzar la conversación para la entrevista que le hemos hecho este mes y que reproducimos a continuación.
Empecemos por el principio: ¿cómo empezaste a escribir?
Empecé a escribir por “higiene mental”. Yo tenía un trabajo muy estresante, y escribir me ayudó a evadirme, a concentrarme, a pensar en otras cosas que no fueran asuntos del trabajo. Escribir fue una válvula de escape.
Te has especializado en novela histórica, ¿por qué este género?
Soy un apasionado de la historia y de la novela histórica. Después de mucho leer, me pregunté si sería capaz de escribir una novela y me aventuré con la escritura de El designio de los dioses. Escribí unas cuantas hojas y las dejé olvidadas en un cajón. Pasados unos meses, releí lo que había escrito y pensé: “Oye, pues no está tan mal”. Así que proseguí con el libro hasta que lo terminé. Luego llegaron nueve libros más de novela histórica…
Escribo sobre temas o episodios históricos que me interesan, es decir, sobre lo que me gustaría leer. En cierto modo soy un poco egoísta, porque realmente escribo para saciar mi curiosidad.
Háblanos un poco de tu última novela, O rey o nada… ¿Qué encontrará el lector en ella?
O rey o nada narra un episodio fundamental en nuestra historia, que a pesar de todo es muy poco conocido. Hablo del Compromiso de Caspe: del momento en el que un infante castellano pretendió alzarse con el trono de Aragón, de cómo un grupo de compromisarios se reunieron para elegir a su rey en lugar de que éste fuera elegido por las armas como era costumbre en la época. Este episodio cambió el destino de nuestra historia, pues el infante que soñaba con ser rey de Aragón fue nada más y nada menos que el abuelo de Fernando el Católico…
¿Cuántos títulos has publicado hasta la fecha? ¿Cuál ha sido el más complicado o
los más complicados?
He publicado diez libros. Los dos primeros con editoriales convencionales y el resto directamente en Amazon.
Todos mis libros tienen cierto grado de complicación, pero la trilogía de Pedro I de Castilla fue especialmente compleja. En mis últimos libros he intentado ser lo más fiel posible a los hechos históricos, y todos los personajes que aparecen en ellos son reales. Esto no te permite “inventar” ciertos giros y cambios en los personajes o en el desarrollo de la historia, sino que te obliga a ser fiel a la realidad, a los hechos. Con la trilogía de Pedro I de Castilla encontré la dificultad de “justificar” varias traiciones y cambios de lealtades que, en principio, resultaban realmente increíbles. Esto me obligó a encontrar un argumento coherente y verosímil a decisiones de ciertos personajes que eran muy complicadas de justificar. Otro aspecto también muy complejo de la trilogía de Pedro I es el gran número de personajes fascinantes y acontecimientos que coincidieron en un momento tan determinado y concreto de la historia. Estamos hablando de mediados del siglo XIV, de la peste, de la Guerra de los Cien Años entre Inglaterra y Francia, de los inicios de la expansión aragonesa por el Mediterráneo, del nacimiento de la Armada castellana, de la irrupción de la bombarda (la antecesora de los cañones) y de los inicios del uso de la pólvora en las batallas. Participan personajes tan fascinantes como Pedro I de Castilla, Pedro IV de Aragón, el Príncipe Negro, Carlos de Navarra, el mercenario Bertrand du Guesclin, arzobispos, papas… Debes ser muy cuidadoso a la hora de hilvanar tantos personajes en la historia para evitar confundir al lector con tantos nombres. Esto, sin duda, fue otro reto.
¿Cómo recuerdas el “parto” de tu primera novela, El designio de los dioses? ¿Es especial la primera vez o todos los libros que uno publica lo son?
Lo recuerdo con gran cariño. Al ser la primera novela, te permites ciertas licencias que luego, con el tiempo, la experiencia y los comentarios de los lectores, vas ajustando. Este libro lo publiqué con una editorial tradicional y tuve la suerte de verlo en los escaparates de El Corte Inglés y la Casa del Libro. Realmente hace mucha ilusión ver tu libro en las librerías.
Supongo que para los escritores el libro más especial es el último que termina. Al menos es lo que me pasa a mí. Después de meses de trabajo y esfuerzo, es una enorme satisfacción poner mi libro a disposición de mis lectores. Este momento es casi mágico, pues el libro deja de pertenecerme para pertenecer al lector. Su opinión es la válida, es la definitiva. Mis lectores hacen suyos mis libros, pues cada lector ve a los personajes, las escenas, la trama de forma distinta. Incluso algunos ven matices en mis novelas que ni siquiera yo he percibido.
¿Qué temas te atraen más a la hora de escribir?
Me gusta escribir sobre culturas interesantes como los vikingos o los asirios, pero sobre todo me gusta escribir sobre acontecimientos de nuestra historia que, a pesar de haber sido extremadamente relevantes, no son muy conocidos, como por ejemplo la invasión de Hispania de los pueblos bárbaros, el reinado de Pedro I de Castilla o, como en O rey o nada, los acontecimientos que precipitaron el Compromiso de Caspe y sus consecuencias.
España tiene una historia rica y fascinante. Es nuestra obligación darla a conocer, antes de que se pierda.
¿Cómo es tu “momento creativo”?
Intento escribir todos los días aunque sea un poco. Todo suma. Tienes que crearte el hábito de la escritura. Cuando tengo algo más de tiempo (fines de semana, vacaciones, festivos, etc.) intento escribir siempre a la misma hora y un número determinado de palabras. Hay días que las palabras fluyen con mayor facilidad, pero en otras ocasiones puedes estar horas delante del ordenador y haber escrito un par de párrafos que posiblemente ni siquiera te convenzan. Lo esencial es ponerse todos los días delante del ordenador y escribir. Al final, tarde o temprano, la inspiración llega y, como se suele decir, lo importante es que te pille trabajando.
¿Cómo es tu relación con Villaverde?
Tengo amigos y familiares viviendo en Villaverde, tanto el Alto como en el Bajo. Es un distrito que me encanta y que frecuento de forma habitual.
¿Quieres enviar algún mensaje especial a los lectores?
Que lean. Lo que sea, pero que lean. Leer es una forma más barata de viajar en el tiempo. Nos facilita visitar otros lugares y descubrir personajes muy interesantes. Permite conocer mejor el mundo que nos rodea, nos ayuda a crearnos nuestras propias opiniones y a no dejarnos influenciar por las opiniones de los demás. Leer no es solo fuente de conocimiento, sino también de inspiración. Nos ayuda a pensar, a que surjan nuevas ideas e incluso a conocernos mejor a nosotros mismos. Éste es el mensaje que me gustaría trasmitirles: no dejéis nunca de leer.
