La región inferior de la espalda es un territorio sumamente complejo donde coexisten varios elementos que se localizan superpuestos y relacionados unos con otros. La columna lumbar limita por su región anterior con los músculos psoas e iliaco, que conforman un lecho retroperitoneal, sobre el que se sitúan un conjunto de órganos intraabdominales: intestino, colon, bazo, páncreas. Al mismo tiempo se encuentran localizados los riñones en una zona ligeramente superior, comunicándose a su vez con la vena cava inferior y la arteria aorta.
En la región posterior lumbar se encuentra toda la musculatura paravertebral, entre la que hallamos los músculos serratos y oblicuos, el cuadrado lumbar y el músculo dorsal ancho en su mayor extensión. Acabaremos el repaso anatómico explicando que entre cada vértebra se localiza un disco cartilaginoso que actúa como una “almohadilla”, estabilizando y permitiendo los movimientos al mismo tiempo que organiza la estructura columnar, quedando cubierta por ligamentos estabilizadores en región anterior y posterior.
En resumen, podemos decir que la región lumbar es una zona donde recae una importante carga de trabajo y tensiones acumuladas. Una gran parte de las lesiones son musculares, debidas a la sobrecarga del músculo psoas iliaco, el cuadrado lumbar, y el dorsal ancho. También las contracturas de musculatura pélvica. En algunas ocasiones se produce el síndrome piramidal, que consiste en una contractura del músculo piramidal (se sitúa en la musculatura del glúteo y en relación con el nervio ciático) que puede confundirse con lumbociática, ya que la contractura muscular comprime el nervio ciático originando síntomas de dolor que se extienden hacia la pierna.
En adultos jóvenes, el dolor lumbar suele estar más bien causado por problemas de distensión muscular o bien procedentes del espacio intervertebral (protrusiones o hernia discal), mientras que las personas más mayores, a partir de 60 años, son más propensos a sufrir dolor provocado por la artrosis y la degeneración de las articulaciones o por fractura vertebral. En otras ocasiones, el dolor lumbar se debe diferenciar de otros problemas que pueden venir originados desde el abdomen y causan alguna similitud (infecciones urinarias, cólicos renales, pancreatitis, peritonitis, etcétera).
Los pacientes deben consultar con un médico si la lumbalgia ha venido causada por un traumatismo grave o si viene acompañada por pérdidas de peso importantes no explicadas, debilitación de las piernas, incontinencia vesical (dificultad para orinar o pérdida del control de la micción). En varios de estos casos puede ser necesario un estudio más detallado.
Dr. Ángel Luis Laguna Carrero