Mª Cruz Sánchez
Si hay que destacar un día en este mes de marzo, seguro que muchos destacaríamos el día 19. Además de las Fallas y el día de San José, es el día señalado en España para festejar el Día del Padre.
Desde hace unos años, el Día del Padre tiene fuertes influencias comerciales. Lo mismo ha pasado en febrero con San Valentín, y lo mismo que va a ocurrir en mayo con el Día de la Madre. Ahora mismo, en la televisión ya empieza el bombardeo de anuncios de colonias masculinas, y las tiendas hacen todo lo posible por aprovechar el tirón.
Hay gente que se manifiesta abiertamente en contra del bombardeo de marketing y publicidad que estas fiestas provoca. Sin embargo, los negocios lo único que hacen es adaptarse a las circunstancias. Si un negocio sabe que estas fechas pueden aumentar sus ventas, debe hacer todo lo posible para aprovecharlo. También es posible que se utilice esta fecha para aumentar su notoriedad y que, sin ser un negocio donde este tipo de festividades influyan en las ventas, se utilice para lanzar mensajes que nos provoquen emoción y una conexión personal con ese negocio.
No tiene nada de malo que los negocios se adapten a las circunstancias. A nadie le parece extraño que las tiendas de ropa saquen sus colecciones de primavera cuando se acerca la primavera, que es cuando la gente lo necesita. Lo que un negocio debe hacer es vender. Se creó para eso, y tiene que hacer todo lo posible y lo imposible por lograrlo.
Es posible que estés leyendo esto como consumidor y estés escandalizado. El hecho de defender y apoyar que los negocios utilicen estas fechas para mejorar sus cifras no significa que queramos destruir una fiesta tan entrañable. Todos debemos saber distinguir entre lo que son negocios y lo que son temas más emocionales o personales. Nadie criticará a quien compre un regalo al padre de la familia, de modo que tampoco debe parecernos mal que los negocios quieran apuntarse esa venta. Sin embargo, como consumidores, está en nuestra mano que esta fiesta sea solo comercial, con la publicidad y las tiendas intentando atraernos, o que tenga otro sentido.
Por mi parte, quiero lanzar un mensaje primero a todos los negocios: aprovechad ésta y cualquier otra oportunidad de venta. Y, por supuesto, también quiero lanzar un mensaje a todos los papás que reciban un regalo comprado, a los que reciban un regalo hecho a mano y a los que no reciban ningún regalo material: ¡feliz Día del Padre!