Con 20 años de experiencia, la mayoría de ellos en Villaverde “Me gusta tanto enseñar como pintar”
ROBERTO BLANCO TOMÁS
Juan Carlos Méndez Morales es profesor de pintura desde hace alrededor de 20 años. Comenzó dando clases en el Centro Cultural Bohemios, y después abrió con su mujer, Isabel Chaparro, la Academia de Dibujo y Pintura Los Ángeles (C/ Virgen de los Desamparados, 22b), con la que llevan doce años. También ha ejercido la docencia en la Universidad Politécnica de Madrid, y al mismo tiempo mantiene una prolífica carrera artística, cuyos frutos expone de forma regular. “La última exposición que he hecho ha terminado justo ayer [15 de junio] —nos cuenta ufano—. Han estado mes y medio los cuadros en la Galería Puerta de Alcalá, y ha ido muy bien: de treinta obras que he expuesto he vendido diez, que tal y como está el mercado…”.
¿Cómo comenzó tu relación con la pintura?
Yo estaba estudiando BUP, y me gustaba mucho el dibujo y la pintura, sobre todo destacaba en eso… Cuando terminé, me metí en la Escuela de Artes y Oficios (“de Artes Aplicadas” se llamaba entonces), y allí estuve cinco años preparándome, conseguí el título y me especialicé en pintura.
Así que ya al terminar el instituto lo eliges como tu profesión…
Claro… Y antes de terminar la carrera empecé a trabajar en lo que había entonces en este campo, que era la publicidad sobre todo. Fui ilustrador publicitario, y estuve muchos años con la aerografía, la ilustración, el diseño gráfico, en varias agencias de publicidad. Lo que pasa es que la publicidad se vino abajo, y cada vez se hacía más el trabajo en plan freelance, desde casa… Mientras, yo seguía pintando y haciendo mis exposiciones, y me gustaba tanto el dibujo y la pintura que ya no me apetecía seguir con lo del diseño gráfico: veía que no era mi vocación… Y por aquel tiempo fue cuando descubrí también que a la gente le gustaba cómo les explicaba las cosas y que me gustaba mucho enseñar, tanto como pintar. Y entonces me surgió la oportunidad de trabajar para el Ayuntamiento: empecé en varios centros culturales de Madrid, haciendo suplencias para ver un poco cómo iba, y luego al año y medio ya encontré plaza fija en el Centro Cultural Bohemios, donde estuve siete u ocho años.
Porque tú eres del barrio…
Sí, yo estudié aquí, en el colegio de los frailes, en Ciudad de los Ángeles, y el BUP lo hice ya en San Cristóbal porque no existía el instituto de aquí. Y claro, cuando empecé con el Ayuntamiento busqué conseguir plaza aquí en el barrio. Empecé con tres o cuatro turnos nada más, y cuando me marché estaba todo lleno, había lista de espera incluso, porque lo promovía mucho, hacíamos exposiciones… Conseguí dar clase todos los días, mañana y tarde, y en ese periodo de tiempo conocí y me conoció mucha gente… Y ya hablé con mi jefe, porque quería conseguir unas condiciones más favorables, y el paso siguiente fue independizarme y montar la academia.
Tu mujer y tú trabajáis juntos, e Isabel pinta… Imagino que hay una historia detrás…
[Responde Isabel] Sí, je, je… Nos conocimos en el instituto, y nos hicimos novios con el tiempo, a los veinte años o así… Y bueno, yo le he seguido a él un poco, porque me gustaba también la línea de pintura, así que ésa es la historia… Estuvimos tiempo sin trabajar juntos antes de montar esto, y nos llevamos bien trabajando: hacemos buen equipo. No tenemos hijos, pero sí muchos alumnos a los que les tenemos mucho cariño, y hemos conocido niños a los que hemos enseñado desde los seis años, y ahora ya están fuera de la universidad o terminando… Algunos han hecho Bellas Artes…
¿Qué ofrecéis en la academia?
[Continúa Juan Carlos] Aquí lo primero que aprenden sobre todo es a dibujar, porque el que viene a lo mejor quiere hacer un cuadro, pero no suele saber dibujar, entonces nos interesa que primero dibujen algo. No insistimos mucho en ese tema porque sabemos que el dibujo a los alumnos les cansa, así que tampoco les puedes machacar con eso: no se trata de que vayan a estudiar Bellas Artes, sino que es una cosa que les apetece y quieren desarrollarla… Entonces hacen un proceso lógico de dibujo al principio, y luego ya empiezan con el color: enseguida les pasamos al pastel, o bien ya con el acrílico o con el óleo. En cualquier caso, nos adaptamos siempre a los intereses de los alumnos.
En cuanto a tu faceta artística, ¿cómo definirías tu estilo?
Realismo, yo hago pintura realista… Es a lo que siempre me he dedicado y lo que me gusta. Dentro de este estilo, suelo pintar sobre tema variado, pero me estoy centrando cada vez más en temas de Madrid, paisaje urbano, que me gusta y me interesa mucho por el dibujo sobre todo; y luego marinas, tipo Venecia, los reflejos del agua, el mar… De hecho, la exposición la he titulado De agua y asfalto… Aunque en ella hay un poco de todo, porque ha sido una exposición de mi trayectoria. Tenía ganas de hacer una individual, pues hace mucho tiempo, cinco o seis años, que no hacía una.
¿Cómo está ahora mismo el mercado del arte?
Pues llevamos unos años en los que han cerrado casi la mitad de las galerías de Madrid, lo que da una idea de cómo está: se ha hundido bastante y se encuentra bastante mal. Quedan pocas galerías, y las que quedan son de mucho nombre, llevan mucho tiempo, muy antiguas, aunque ahora se están renovando y empiezan a moverse un poquito, pero el mercado todavía está mal. Y el hecho de haber conseguido exponer ahora y haber vendido diez obras ha sido todo un éxito, porque tal y como están las cosas… De hecho, muchos pintores suelen salir a exponer fuera de España, que es el siguiente paso que seguramente daré, porque muchos clientes de mis últimas ventas son del extranjero: hay cuadros de esta exposición que se van a Jordania, a Canadá, a Méjico… Son turistas que pasan por la zona y compran.
¿Tienes en mente algún proyecto?
Sí, ahora acabo de terminar la exposición, y lo que quiero hacer es renovar obra. Y no solo por renovar, que además me pide la galería que les pinte unos cuantos temas, por ejemplo Venecia, el tema del agua, que gusta mucho… Y en mi trabajo personal me gustaría meterme ya en algo más de dibujo con grafito, en formato grande, de dos metros o un metro y medio… Hacer retratos de primer plano, por ejemplo. Aparte, como decía antes, también quiero moverme fuera de España.