Cultivar inclusión a la huerta de la esquina
Una frase que se dice mucho en los huertos urbanos madrileños es que se siembran tomates pero se cosechan relaciones sociales, y es que además de producir alimentos a pequeña escala su mayor potencialidad es que se conviertan en espacios de encuentro vecinal, de educación ambiental y de reflexión sobre el funcionamiento del sistema alimentario.
Esta filosofía es compartida por los diferentes huertos comunitarios de Villaverde, cuya vocación es ser lugares abiertos a la participación del vecindario. Igual que en la naturaleza la riqueza de un ecosistema se valora por la cantidad de biodiversidad que acoge y la cantidad de interrelaciones que se dan en él, en los huertos urbanos podemos interrogarnos por la diversidad de personas que participan. ¿Los huertos reflejan la diversidad de nuestros barrios? ¿Son espacios intergenaracionales o solo hay personas de una franja de edad? ¿Participa gente con distintos colores de piel o de variadas procedencias? ¿Las sillas de ruedas pueden circular por el huerto? ¿Hay tareas pensadas para personas con diversidad funcional?…
Estas preguntas están tratando de responderse de forma colectiva desde la Comunidad de Aprendizaje del proyecto MARES de huertos. Una tarea cuyo objetivo es diseñar una estrategia compartida para mejorar la inclusión social de los huertos urbanos del distrito de Villaverde: compartir experiencias, diseñar prototipos sencillos de mesas de cultivo adaptadas, señalética para personas sordas o invidentes, concebir actividades específicas para personas con necesidades especiales…
Tras varias reuniones y sesiones de trabajo, queremos invitaros a participar en la primera Jornada de Huertas Abiertas, el próximo jueves 12 de julio en el Huerto Afandice (C/ Bascuñuelos 1, al lado del metro de Villaverde Alto), para compartir y dar visibilidad a estas iniciativas.
MARES