El 3 de octubre se retomaron las reuniones de la Comisión Mixta de Seguimiento. Los vecinos esperan que en ellas se termine de dar forma y detalle a la actuación en el barrio
ROBERTO BLANCO TOMÁS
La Colonia Experimental de Villaverde Alto se construyó a finales de la década de 1950 a iniciativa de la Obra Sindical del Hogar. Nacieron así 408 viviendas alojadas en 28 bloques, que en 1984 pasarían a ser propiedad de la Comunidad de Madrid, quien, a través del Instituto Nacional de la Vivienda, mantuvo esas edificaciones en un régimen de contratos de acceso en diferido a la propiedad con obligación de compra. Realizada finalmente la compraventa, la Comunidad de Madrid aún tenía obligaciones en cuanto a la reparación de las deficiencias constatadas en la conservación de estas viviendas. A pesar de ello, la CAM no las ha rehabilitado, y los vecinos llevan ya décadas exigiendo que la Administración cumpla sus obligaciones.
Esta lucha parece estar culminando en el último año, aunque desde la comisión vecinal declaran que ha sido preciso que ellos cedieran para el desbloqueo de esta situación, y que lo han hecho por haber detectado la necesidad de los vecinos de ver algún avance, ante el creciente envejecimiento de la población de la Colonia. Como resultado de todo este proceso, el área de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento procedía a la tramitación del denominado Plan Parcial de Reforma Interior PPRI 17.204 Barrio de Experimentales, cuya aprobación inicial se produjo en la Junta de Gobierno del 15/09/2016.
El Plan Parcial incorpora unas Ordenanzas Urbanísticas “con el objeto de posibilitar tanto la rehabilitación integral de la edificación, como la ampliación, la demolición y la renovación total de la misma, de forma tal que sea posible realizar actuaciones tanto sin aumento de edificabilidad como con aumento de edificabilidad”, explican desde el consistorio. “De esta forma el Ayuntamiento posibilita que por parte de los vecinos se puedan solicitar las subvenciones para rehabilitación que actualmente facilitan las Administraciones públicas”, continúan, añadiendo que “Se prevé destinar presupuesto del Fondo de Reequilibrio Territorial (FRT) para una línea de ayudas que contemple la posibilidad de renovación de los edificios que así lo acuerden, con una dotación mínima de 30.000€ por vivienda. Asimismo, los vecinos de este ámbito cuentan para su rehabilitación con las ayudas del Plan MAD-RE recientemente aprobado, que adelanta un 50% del importe subvencionado al inicio de las obras para ayudar a los vecinos a financiar los trabajos previos necesarios, lo que se estudiará hacer extensivo a los casos del FRT para renovación”.
Transcurrido el verano, el 3 de octubre se retomaron las reuniones de la Comisión Mixta de Seguimiento del Área de Rehabilitación Integral de la Colonia Experimental, en la que participan representantes del Ayuntamiento, la CAM y la comisión vecinal de la Colonia. José González y Ana Alonso, miembros de dicha comisión, esperan que las Administraciones ilustren ya con detalle sobre cómo está previsto que se traduzca el plan en la práctica, especialmente en lo que toca a la cuestión económica, y también que se facilite a los vecinos toda la información relativa a los realojos mientras tienen lugar las obras.
Por su parte, el concejal del Distrito, Guillermo Zapata, nos explicaba hace unos días que, aprobado el plan, ahora lo que toca es consensuar con los vecinos cómo se va a hacer la intervención. “Para aprobar este plan —continuaba—, los vecinos, con muy buen criterio, nos obligaron a firmar un acuerdo político que además llevaba otra serie de medidas, básicamente para garantizar que los vecinos de la Colonia pudieran decidir qué querían hacer con sus viviendas de verdad”. Uno de los elementos incluidos, comentaba el concejal, era “que si los vecinos querían derruir un bloque entero y hacerlo de nuevo, que se pudiera. Que si el plan no lo permitía, que se hiciera un plan nuevo específico para esta cuestión”. Ésta es una cuestión importante, pues según nos contaban los representantes vecinales, una de las últimas luchas fue “que el plan parcial no limitara la demolición a 121 viviendas, como al final ha sido aprobado. Para esto se contaba con el apoyo total del PP, del PSOE y Ciudadanos, pero al final, viendo que no había avances y que el tiempo corre en contra de la gente, la comisión cedió en su postura”, aunque a los vecinos les parece discriminatorio que solo 121 viviendas tengan opción de elegir. Por ello, una de las reivindicaciones de la comisión de cara a la reunión del día 3 era que el plan se rectifique.
En cualquier caso, según nos transmite el concejal, la disposición a avanzar y llegar a consensos por parte de los distintos actores es manifiesta: “No haces un barrio nuevo en dos años, pero nosotros sí creemos que es muy importante sobre todo que el proceso esté iniciado, que los vecinos vean que ya por fin se está interviniendo, y que todos sepan que éste es un camino que puede tardar equis, pero que ya no se para”. En este deseo coincide la comisión vecinal: “Lo peor es la resignación: los vecinos tienen que ver que el barrio realmente puede tener otro aspecto. Que esto es posible”. En lo relativo a las ayudas, son optimistas: “Al ser una zona económicamente deprimida, van a ser bastante grandes. Se verá situación a situación, y muchas familias es probable que tengan ayudas totales”. Ahora, “hay un dinero, pero hay que detallar cómo baja de la nube”, resumen, esperando que los demás actores “vengan a la reunión con los deberes hechos”.