A finales del mes de octubre, hemos perdido a nuestra vecina Agustina Pavón Gallego. Ha pasado prácticamente un mes y todavía nos cuesta asumir su ausencia.
Queremos recordar que Agustina —Agus, para algunos de nosotros— fue una de esas vecinas que podríamos llamar históricas, por su implicación en la lucha por viviendas dignas en la Colonia Experimental. Estuvo activa en las reivindicaciones de los años noventa, cuando se defendía la rehabilitación de nuestras viviendas y los vecinos llegaban a colarse en la sede del IVIMA, en la calle Basílica, encadenándose en los servicios. Sin embargo, Alberto Ruiz-Gallardón, entonces presidente de la Comunidad de Madrid, ganó la partida y las viviendas nos fueron vendidas, sin que se cumpliera el compromiso de rehabilitación.
Posteriormente, la Colonia Experimental cayó en el olvido hasta que, en 2010, Julio Alguacil recuperó nuestra causa. Agustina se mostró durante un tiempo reacia a volver a luchar, pero Ana Alonso fue como una gota malaya hasta que la convenció.
Agustina fue promotora de la Asociación Administrativa de Cooperación de la Colonia Experimental Villaverde Madrid, junto con Manuel, Emilio y Ana, nuestra entidad urbanística, pionera en España y creada para beneficiar a los propietarios de viviendas de la Colonia en el proceso de renovación iniciado con la declaración del ARRU en septiembre de 2015.
Son innumerables los recuerdos que tenemos de Agustina: las reuniones a las que asistió, las actividades en las que participó, su presencia cuando nos visitaban grupos políticos…
Se ha ido, saliéndose con la suya. Ella solía decir que no llegaría a ver los pisos nuevos; lo decía por su edad, no por esta marcha suya tan inesperada.
Agustina luchaba por eliminar las injusticias. Tanto ella como su marido tenían discapacidad a causa de la polio, lo que hacía más difícil su día a día en su pequeña vivienda. Con su tenacidad, consiguió que se instalara una rampa de acceso en su portal, pero cuando su marido quería salir ella sacaba a pulso la motosilla para salvar los escalones que quedaban hasta la calle.
Con este artículo, desde la AACCEV queremos rendir un pequeño homenaje, como ya hicimos en nuestra página de Facebook. Hasta siempre, Agus.




