Dr. Ángel Luis Laguna Carrero
Cuando llega el invierno, todo nuestro organismo se puede resentir: en primer lugar por el cambio de temperatura, lo cual nos hace más propensos a resfriarnos o empeorar de enfermedades respiratorias y cardiacas de base. Por otra parte, es común que debido al frío haya una tendencia a quedarnos más tiempo protegidos en casa y movernos menos, por lo que se puede subir de peso, y en otras ocasiones el cambio de temporada nos hace sufrir desánimo o pérdida del interés por hacer actividades en grupo o al aire libre.
Reforzar los hábitos de higiene es una herramienta principal en esta temporada para evitar contagiarnos de virus y otros microorganismos causantes de resfriados, catarros, y la gripe. Se debe asumir que algo tan sencillo como un buen lavado de manos, especialmente antes de manipular los alimentos o bien al llegar a casa pueden servirnos de modo muy útil para frenar los contagios.
Protegerse del frío con varias capas de ropa, sin olvidarse de proteger la cabeza y orejas con gorros, las manos con guantes y los pies con un calzado bien aislado. Las extremidades son las regiones más propensas a quedar frías, y por tanto hay que tener especial cuidado, ya que se pueden producir pérdidas de calor porque no estamos bien cubiertos sin apenas darnos cuenta. También tener en cuenta evitar cambios bruscos de temperatura al salir de la vivienda, así como ventilar bien los ambientes con una cierta frecuencia.
Realizar ejercicio físico en intensidad adecuada para cada edad puede ser un buen aliado para mantener nuestro peso ideal, y también para contrarrestar las comidas familiares y de compañeros en fechas navideñas, que habitualmente exceden en algunas ocasiones de las calorías que habitualmente tomaríamos en situaciones habituales. Si el ambiente es demasiado frío, se pueden hacer ejercicios de mantenimiento en casa o en el gimnasio, lo que además nos ayudará a entrar en calor.
Cuidar la alimentación evitando que alimentos muy calóricos sean de nuestra rutina diaria habitual. Normalmente en estas fechas puede apetecernos tomar guisos, cocidos y platos contundentes, que son comidas saludables pero tomados siempre con moderación, alternando a diario con otros alimentos que equilibran nuestra dieta. Las sopas y cremas de verduras son un comodín que se complementa perfectamente para tomar un plato caliente con bajo contenido de calorías con un gran aporte de vitaminas y minerales.