Raúl Martínez, redactor del programa ‘Árboles vecinos’ recientemente aprobado en pleno, nos explica este proyecto y su desarrollo.
Raúl Martínez, amante de la naturaleza y colaborador de este periódico, ha redactado el programa Árboles vecinos, impulsado desde el Foro Local y recientemente aprobado en pleno de la Junta de Distrito. Charlamos con él en un marco de lo más apropiado al efecto, a la vera de un olmo centenario, para que nos explique todo sobre este proyecto y su desarrollo.
¿En qué consiste el programa Árboles vecinos?
Árboles vecinos es un primer paso para la conservación, por parte de la vecindad y la ciudadanía, del arbolado de Villaverde. Empezamos por los ejemplares más emblemáticos desde algún punto de vista. No hace falta ser una especie determinada con una edad y tamaño determinados, sino que puede haber árboles que se les tenga especial cariño por cualquier circunstancia, da lo mismo cuál sea, pero que esté implicada la ciudadanía y el vecindario en su conservación es lo importante.
¿Qué forma tomaría esa implicación?
Bueno, esto se diseña precisamente para proteger nuestro arbolado de los organismos oficiales que de manera paternalista nos quieren conservar los árboles y lo hacen “a su manera”. En algunos casos son los vecinos más antiguos que tienen nuestros barrios, pues algunos tienen más de cien años… Entonces queremos protegerlos de esa capacidad técnica que tienen las áreas correspondientes, que vienen, ven, y desde el punto de vista técnico solamente piensan “esto se tiene que podar”… Y muchas veces lo podan mal, o fuera de época, o lo talan porque no les gusta, o porque dicen que estorba, o cualquier cosa, sin justificarlo a las personas que vivimos al lado, que lo vemos cada día y que lo tocamos. Las áreas no están en el barrio, ¿y quién mejor que los propios vecinos para proteger a sus árboles? Queremos decirles a las áreas responsables: “cuidado, cada vez que tengáis que intervenir sobre este árbol, considerado por nosotros un vecino más, primero avisadnos, después consultadnos, y después ya veremos si hacemos una cosa conjunta”, pero que vaya todo en beneficio de ese árbol.
¿Cómo surge este proyecto?
Surge de la participación ciudadana en el Foro Local. En la Mesa de Medio Ambiente se prepara el programa y se debate en el seno de la Comisión Permanente del Foro. La propuesta es aceptada y se lleva a pleno, donde es defendida. Los grupos políticos votan, y se aprueba. Ahora, en enero, lo presento en una comisión técnica sobre árboles en Madrid, la Mesa del Árbol. Pero no solamente eso, sino que en algunos distritos ya han copiado el programa y están adaptándolo para presentarlo en cada uno de ellos. Ha arraigado bastante…
¿Cómo va a funcionar en la práctica?
Bueno, como decía antes, trata de proteger a los árboles a través de la participación vecinal y ciudadana, es decir, implicar y ligar sentimental y técnicamente a los vecinos con sus árboles. Entonces se hará un registro y se pedirá opinión a los vecinos; está abierto a cualquier vecino que quiera decir algo sobre un árbol en particular, sobre todos o sobre los que quiera… Eso se irá estudiando, se abrirá una ficha, un registro y un listado. Los listados de árboles que ya se vayan aprobando será lo que pase a conocimiento de las entidades competentes que tengan algo que ver con cada árbol… pero ya no solamente con el propio árbol, sino por ejemplo, si se quiere hacer una obra en el alcantarillado, que sepan que ahí hay un árbol vecino y que sus raíces pueden estar repercutidas por esta obra… Sirve para proteger y dar a conocer que existe este patrimonio…
¿Planteáis algún tipo de acción didáctica o de difusión?
Todo va a ser difundido… Es más, ya hay algunas entidades y personas que van a colaborar incluso haciendo unas placas para dar a conocer cada árbol considerado ya “vecino”… Esas placas irán además con un numerito para crear unas sendas y unas rutas de paseo para conocer los árboles, y se publicarán guías de paseo de los árboles vecinos.. Se trata de implicar a la gente, pero la gente no ama lo que no conoce. Has de hacerla conocedora primero, y ya verás como la respuesta es inmediata, pues has generado curiosidad y conciencia.
ROBERTO BLANCO TOMÁS