Un mes de febrero de 1990, y de la mano de Adobe, apareció en el mercado la primera versión de Photoshop, solo para Macintosh. Empezaba así la andadura de un programa que revolucionaría el mundo de la imagen y que se ha convertido en una herramienta indispensable entre los profesionales del diseño y la imagen.
Con él se puede unir personas de diferentes épocas, hasta modificar el cuerpo humano a nuestro antojo, con las correspondientes polémicas, por supuesto.
La idea inicial surgió de la tesis doctoral de Thomas Knoll, programando imágenes en escala de grises en pantallas en blanco y negro. Curiosamente, el primer nombre que se puso al programa fue “Display” en 1987, luego se intentó utilizar “ImagePro” y “PhotoLab”, pero estaban ya registrados. Finalmente se presentó como “Photoshop”.
Respecto al periplo por los derechos del programa, los creadores se lo ofrecieron primero a Nikon, que los rechazo, al igual que Kodak. Al final fue Adobe quien se los quedó en 1988, aunque, cuando salió a la venta en 1990, pensaron que solo venderían 500 copias. Al final fue un rotundo éxito.
Como curiosidad, la mayoría de las herramientas básicas que utilizan los usuarios noveles hoy en día ya existían en esa primera versión, como los niveles, el recorte de las imágenes o el retoque del brillo, saturación y balance.
La primera foto que se utilizó en el Photoshop, para mejorarla, fue una imagen de vacaciones de la novia de Thomas Knoll… Vaya, como hacemos ahora.