HISTORIA DE VILLAVERDE
1. LA PREHISTORIA
1.4. La cultura del vaso campaniforme
Al comienzo del segundo milenio a. C. empezó a generalizarse el uso del cobre en la fabricación de puñales y punzones, y el oro en objetos de adorno. Al final del Calcolítico y principios de la Edad del Bronce se va a desarrollar por la Península y gran parte de Europa occidental, entre el 2000 y el 1700 a. C., una manifestación artístico-artesanal, relacionada con cambios culturales y sociales más amplios, pudiendo ser una consecuencia de cómo el comercio de los metales produjo mayores contactos y relaciones entre pueblos.
Esta cultura campaniforme se llamó así porque su pieza más característica fue el vaso campaniforme. Un recipiente cerámico, con forma de campana invertida y muy decorada con elementos geométricos, encontrada en contextos funerarios. Algunas se empleaban para el consumo de bebidas, siendo piezas de prestigio social, vinculadas a las élites guerreras. Presenta un mejor modelado, acabado y decoración más cuidada que el resto de la cerámica, lo que indica que era un producto de lujo. Las formas de la decoración son espigas zigzag, círculos, triángulos… a base de incisiones, impresión, puntillado, etcétera.
La diferencia de riqueza en los ajuares entre las sepulturas campaniformes y las no campaniformes, y el hecho de encontrar armas, hacen pensar a la mayoría de los investigadores que ya en el Calcolítico-Bronce, había una jerarquización entre los miembros del grupo-poblado y el papel que los guerreros asumen en la sociedad de entonces frente a los que no llevan armas.
Las tumbas suelen ser en fosas cubiertas, mayoritariamente con piedras o lajas-estelas, que podían señalar el lugar del enterramiento, aparte de cerrar la tumba, dejarla al aire libre o en los poblados.
En los ajuares funerarios se han encontrado, principalmente, objetos cerámicos lisos o decorados, junto a objetos metálicos (puñales, punzones), de adorno (diademas, brazaletes, cuentas de collar, botones), brazaletes de arquero y molinos de mano (Aliaga Almela, 2008). Abundan los vasos de decoración incisa (tipo Ciempozuelos), puntillada o mezcla de ambas, siendo por la tipología vasos, cazuelas, fuentes y copas (Garrido Pena, 1995).
Una de las zonas de mayor número de hallazgos de esta cultura se encuentra en Madrid, gracias a la explotación masiva de grava para la construcción, donde se han identificado 42 yacimientos con materiales campaniformes, nueve de ellos en la zona de Usera.
Los ajuares de las tumbas de la zona de Usera y Villaverde son bastante modestos. En la mayoría solo se ha encontrado cerámica, lo que puede interpretarse como diferenciación de estatus, tradiciones distintas entre los grupos o incapacidad para acceder a las fuentes del metal.
En Villaverde se ha encontrado cerámica campaniforme en enterramientos de los yacimientos de:
— Pista de Motos (Butarque), donde se pudo encontrar un repertorio decorativo en zigzag, triángulos, círculos, a base de incisiones, puntillado, etcétera.
— Arenero de Soto: en un yacimiento de “fondos
de cabaña”.
— Arenero de la Compañía Euskalduna: en enterramiento de “fondos de cabaña”. (Almagro Bash, 1960).
1.5. El yacimiento de Las Camas
El yacimiento de Las Camas se localizó en el barrio de Villaverde Bajo, en el antiguo camino de Villaverde a Perales del Río, a la parte derecha de las terrazas del río Manzanares, en la confluencia con el arroyo Butarque y entre Los Rosales y las instalaciones de Renfe. Este terreno estuvo ocupado, hasta principios del siglo XX,
por huertas familiares.
El paisaje del entorno en esa época estaba formado por prados, campos de cultivo de cereales, monte bajo de jaras, brezos y pequeños bosques de pinos, encinas, robles, sabinas, enebros y avellanos.
Las excavaciones se realizaron entre el 2004 y el 2005 (Urbina, Marín y otros, 2007), antes de la expansión urbanística de la zona.
Se descubrieron agujeros de postes de dos grandes cabañas y otras estructuras como basureros, relacionadas con actividades agrícolas, ganaderas, industriales y artesanales. Aparecieron gran cantidad de materiales arqueológicos como cerámica, industria lítica, restos de metal y objetos relacionados con la metalurgia y abundantes restos de fauna.
Se recuperaron fragmentos de cerámica común, tosca y de tipo vajilla, o más fina, realizada a mano, y algunas a torno lento, con formas carenadas, decoración incisa
y excisa, un crisol con mango, dos fragmentos de toberas y restos de fundición,
elementos de adorno (brazaletes, anillos, fíbulas, botones), puntas de flecha, pinzas y punzones.
Apareció un grafito, de tipo fenicio, sobre un fragmento de cerámica, que podía ser, según los entendidos, uno de los primeros restos de escritura conocida en la zona.
Por las huellas de hoyos de postes, se documentaron dos grandes estructuras habitacionales, La más grande consta de 46 hoyos, donde irían los postes, a una distancia de 1,65 m, y una línea de postes centrales más anchos, para sujetar la techumbre a dos aguas, con una planta rectangular alargada de 26,73 x 8,17 m. La segunda cabaña, más pequeña, tenía una planta de 18,75 x 7,65 m, con 23 postes. El tamaño de los hoyos laterales en las dos era de 30 cm de diámetro, y los centrales de entre 70 cm y 1 m.
La altura sería de unos 5 m. A estas estructuras constructivas se las ha llamado “longhouses” o “casas largas”, y son únicas en España. Su existencia hace pensar a los arqueólogos en un asentamiento estable con instalación de hornos metalúrgicos y de alfareros para el consumo propio del poblado, cuyos habitantes se dedicarían a la agricultura y a la ganadería, con fauna domesticada y salvaje, a actividades industriales y artesanales.
Todo ello se ha fechado en torno al año 1000 a.C., en la época de la transición de la Edad del Bronce final y la primera Edad del Hierro.
Los restos encontrados se hallan en el Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares, que organizó en 2018 una exposición sobre el yacimiento.
LA CASA COMUNAL
O ‘LONGHOUSE’
En arqueología y antropología, una “casa comunal”, “casa larga” o “longhouse” es una edificación grande y estrecha, sin habitaciones, que construyeron para habitar diversos pueblos en varias partes del mundo y en distintas épocas. Son viviendas comunitarias de uso arcaico, realizadas generalmente en madera con estructuras cuyas formas se siguen utilizando hoy en día.
A menudo representan el tipo más antiguo de estructura permanente en muchas culturas. En nuestro país, en el yacimiento de Las Camas, localizado en el madrileño barrio de Villaverde Bajo, se han encontrado dos estructuras correspondientes a dos grandes cabañas o casas comunales similares a las denominadas “longhouses“
de Europa Central.